Ciento setenta años del nacimiento de Ramón y Cajal

Ciento setenta años del nacimiento de Ramón y Cajal Jose Antonio Castellanos 1 de mayo de 2022
Ciento setenta años del nacimiento de Ramón y Cajal
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Hace nada más y nada menos que 170 años, el 1 de mayo de 1852, nacía en Petilla de Aragón (Navarra) el grandísimo Santiago Ramón y Cajal, premio Nobel de Medicina y Fisiología en 1906. Dos años antes, España había recibido su primer Nobel, el de Literatura de José Echegaray. El Banco de España le dedicó un billete al año siguiente, estando todavía vivo. Sin embargo, el genio aragonés (pues así se consideraba él mismo) no llegó a ver su billete. Ramón y Cajal murió el 17 de octubre de 1934. Y al año siguiente el Banco de España tomó la decisión de incluir su imagen en un billete.

Una época

Cuando nació Santiago, no se conocía aún el Banco de España ni los billetes eran un medio de pago conocido en Aragón. El principal banco en sus primeros años de vida era el Banco Español de San Fernando, restringido su alcance a Madrid. Durante su infancia transcurrirían enormes momentos transformadores de la vida económica de España: la creación del Banco de España y de los bancos provinciales, como el Banco de Zaragoza en 1857, la explosión ferroviaria, la Revolución Gloriosa que expulsó a Isabel II y la Primera República Española, entre otros eventos. 

Durante su más tierna infancia, Tomás Castellano, fundador de la sociedad Villarroya y Castellano, era alcalde de Zaragoza. Esta sociedad pondría también papel moneda en circulación en la capital maña, aunque dudamos que Cajal llegara a verlos. Los billetes del Banco de Zaragoza, sin embargo, sí que podría haberlos visto, o incluso quizá manejado, pues fueron coetáneos suyos. 

La vida de la época estaría ambientada musicalmente con jotas tradicionales y con estrenos de zarzuelas de Barbieri, Chueca, Bretón, Chapí, Arrieta o Fernández Caballero, por citar sólo alguno de sus contemporáneos. Mientras tanto, en los ambientes europeos se estrenaban valses de Strauss y óperas de Wagner. En los teatros se seguiría representando el reciente éxito de Don Juan Tenorio y en las librerías Galdós se hacía un nombre para la historia con sus Episodios Nacionales, que comenzó a publicar cuando Cajal terminó la carrera. 

La vida de Santiago Ramón y Cajal transcurrió en una época políticamente muy convulsa, pues vivió bajo el reinado de Isabel II, el Gobierno Provisional, el reinado de Amadeo I, la Primera República Española, la Restauración Borbónica con Alfonso XII y Alfonso XIII y llevó a ver la Segunda República Española, coincidiendo temporalmente, por lo tanto, con el General Serrano, Figueras, Pi y Margall, Salmerón, Sagasta, Cánovas, Castelar, Fernández Villaverde, Primo de Rivera y hasta Azaña, por mencionar algunos de los políticos más relevantes de la época. Ramón y Cajal fue nombrado senador vitalicio en 1908, con poca actividad real en ese tema, más allá de defender los presupuestos de su Instituto Alfonso XIII.

Ramón y Cajal en el café Suizo
Orígenes

Pero volvamos a sus orígenes. Ramón y Cajal creció entre constantes cambios de domicilio (dejó Petilla con apenas 2 años). Su madre, Antonia, era tejedora. Su padre, Justo, que había sido pastor, no aprendió sus primeras letras hasta los 16 años y con ese tesón y terquedad tan típicamente maños, logró doctorarse en Medicina pasado el medio siglo de vida. Santiago, en su juventud, fue mal estudiante y bastante pendenciero, metiéndose en peleas y líos, según él por su excesivo culto al cuerpo.

Apasionado del dibujo, sus padres le forzaron a estudiar Medicina en Zaragoza. Tras licenciarse en 1873, con apenas 21 años, fue llamado a filas. Estamos en plena Tercera Guerra Carlista y Santiago es destinado como médico con el grado de teniente al regimiento de Burgos, situado en Lérida. Pero en 1874, viendo la posibilidad de ascender, Ramón y Cajal marchó como médico durante la primera guerra de Cuba, la Guerra de los Diez Años (1868-1878), con el grado de capitán. Pensemos en Santiago, por entonces, manejando, o al menos viendo, esos billetes del Banco Español de la Habana con una matrona con cuerno de la abundancia como símbolo de la ciudad caribeña. Pero el destino no resultó nada idílico, pues permaneció enfermo durante mucho tiempo, hasta que en 1875 logró que le licenciaran por ello.

50 Pesos del Banco Español de La Habana
Comienza a investigar

Con el dinero obtenido en campaña, Ramón y Cajal adquirió materiales para montar un pequeño laboratorio donde empezaría a realizar sus investigaciones. Mientras tanto inició su doctorado, que lograría terminar en 1877, con 25 años. En 1879 se casó con Silveria Fañanás, quien ejercería de fotógrafa, ayudando a Santiago, además de las labores de crianza de su prole. Sin embargo, la fotografía del billete de 1935 no es suya, aunque hubiera sido un detalle que se hubiera usado alguna imagen familiar de su mujer.

La década de 1880 supuso el vuelco de su carrera científica, primero con la obtención de una cátedra en Valencia, luego en Barcelona y finalmente en Madrid, ya en 1892. Por el camino había descubierto las neuronas como unidades de los sistemas nerviosos. Su teoría fue aceptada en el Congreso de la Sociedad Anatómica Alemana, celebrado en 1889 en Berlín. En la serie “Ramón y Cajal: historia de una voluntad”, de 1982, que realizó Adolfo Marsillach junto con la recientemente fallecida Verónica Forqué en el papel de Silveria, vemos alguna escena en la que hablan del dinero necesario para marchar a dicho viaje, pudiéndose intuir en sus manos varios billetes con la efigie de Goya. A su regreso de Berlín, Cajal comenzó a recibir premios y distinciones, en Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Alemania y España, culminado con el Nobel en 1906.

Pero los trabajos de Cajal no se quedaron ahí, pues gracias a él se descubrió la hendidura sináptica, el microespacio que separa las neuronas, ya que éstas no se tocan. Asimismo propuso la existencia de las espinas dendríticas como puntos de conexión con los axones de otras neuronas, algo que se confirmó muchos años más tarde, en la segunda década del siglo XX.

astrocitas dibujadas por Cajal
Ramón y Cajal, grabador y fotógrafo

Las publicaciones de los descubrimientos de Cajal conllevaban la elaboración de imágenes. Santiago era un gran dibujante y pese al auge de la fotografía, decidió usar técnicas calcográficas y litográficas, esencialmente estas últimas. Cajal aprendió a utilizar el lápiz graso litográfico para la elaboración de los dibujos que se incluían en sus publicaciones. Pero también aplicó las técnicas fotográficas para reproducir mediante fotolitografía otras obras. 

Durante su estancia en Valencia, Cajal enseñó a sus ayudantes a fabricar placas rápidas de bromuro de plata para realizar las ilustraciones. Junto con Silveria, Santiago desarrolló la fotografía para sus estudios del sistema nervioso central, empleando la química de ésta en sus tinciones neuronales. Pero la microfotografía obtenida no tenía suficiente resolución, así que Cajal decidió continuar mediante el dibujo, que tanto le apasionaba desde su juventud. Así pues, falto de recursos, procedió él mismo a realizar los grabados. 

Además del magnífico histólogo que fue, Ramón y Cajal también engarzó su trabajo con las artes gráficas, que tan esenciales son en la producción de billetes y documentos de valor.

Sus trabajos como fotógrafo no se limitaron a la histología, para las que fabricó placas rápidas que sólo necesitaban 3 segundos para revelarse en lugar de los habituales 3 minutos. También realizó fotografía comercial de una corrida de toros, pero que no desarrolló profesionalmente al llegarle la noticia de que Edison lo acababa de hacer basándose en los mismos principios. Cajal, por su parte, mejoró el gramófono de Edison. Tenemos un maravilloso testimonio auditivo de la voz de Cajal aquí.

50 pesetas 1935 anverso
50 pesetas 1935 reverso
El billete de 50 pesetas de 1935

Ya jubilado, vio en 1926 cómo el rey Alfonso XIII inauguraba el monumento que Victorio Macho le había dedicado en el parque del Retiro de Madrid y que adorna el reverso del billete de 1935 con su imagen. Cajal dejó también varias obras escritas, ensayos, reflexiones, cuentos y pensamientos autobiográficos. Su última creación, “El mundo visto a los ochenta años”, fue terminada en 1934, poco antes de su muerte. La portada de ese libro es precisamente el retrato que se empleó en el reverso del billete que se le dedicó.

El fabricante del billete fue la imprenta inglesa Thomas de la Rue (TDLR). El anverso muestra la citada foto de Cajal con 81 años, mientras que el reverso es una reproducción del monumento que se le dedicó y que se encuentra en el Parque del Retiro de Madrid. La orla del anverso está compuesta por dos figuras alegóricas. A la izquierda, encontramos un ángel con trompeta y corona de laurel, identificable con la musa Clío como símbolo de la fama. A la derecha, vemos una dama coronada, con escudo y lechuza, como símbolo de la sabiduría. La marca de agua del billete también es un retrato de Ramón y Cajal. Se fabricaron dos series, una sin letra y otra con letra A, ambas con 10 millones de ejemplares, aunque sólo circularon los de la primera.

Concluyendo

Resulta sorprendente pensar en un Ramón y Cajal díscolo y que se crió en los campos, que estudió Medicina por obligación, enfermo casi crónico y superviviente de dos guerras. Fue innovador en su terreno de la histología, pero sus aplicaciones las extendió a mejorar la fotografía. 

También conoció el desarrollo del automóvil. Llegaron a España en la primera década del siglo XX, por lo que no podemos imaginarnos a Cajal subido en un automóvil cuando recibió su premio Nobel, ni siquiera en Suecia, que también estaba dando sus primeros pasos en el mundo del motor. Cercana ya su muerte, Cajal lamentaba que “la celeridad (del automóvil) suprime el encanto de la contemplación”. Interesante disquisición para una época que nos parece tan alejada y tan lenta. 

El billete que muestra su efigie ya de anciano (tenía 81 años en esos momentos) sería aprobado en 1935, al año siguiente de su muerte, pero no vería la luz, irónicamente, hasta otra contienda bélica, la Guerra Civil Española, en la que participaría nuevamente, aunque de manera virtual, don Santiago Ramón y Cajal.

Bibliografía:

  • Wikipedia
  • EL PAÍS – Cuando Ramón y Cajal iba en taparrabos [10 de diciembre de 2018]
  • REGO ROBLES, M.A. – Epistemología visual: de los dibujos de Santiago Ramón y Cajal a las imágenes en las neurociencias contemporáneas. Tesis Doctoral. Universidad Complutense de Madrid [2021]
  • RTVE – Archivo sonoro: Santiago Ramón y Cajal [26 de octubre de 2009]