Los Fournier, Goya Grabados, Crédito Castellano y el Real Madrid

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El estudio de la notafilia española a veces nos lleva por caminos extraños. Debo reconocer que la siguiente trama está cogida con alfileres, pero permite ilustrar cómo los poderosos se relacionan con poderosos. O, quizá mejor, que los emprendedores se relacionan siempre con otros emprendedores. Veamos por qué.

Los sellos de la zona nacional durante la Guerra Civil eran fabricados por diversas imprentas. Una de ellas fue la de Hijos de Heraclio Fournier. Esa empresa fue invitada en diciembre de 1939 a participar en el concurso para la fabricación de billetes que previsiblemente se ejecutaría al año siguiente. Heraclio Fournier había sido consultada a mediados de 1938 para un trabajo similar, habiendo presentado como parte de su propuesta un elegante conjunto de naipes grabados con personajes españoles como Cervantes, Velázquez, Colón, Quevedo, Goya o Góngora y algunas escenas como El Escorial o la Casa de El Greco. Además, Fournier adjuntaba una interesante propuesta de tamaños progresivos según valores (1, 2, 5, 10 y 25 pesetas).

En esta ocasión, Fournier se asoció con Ildefonso Fierro, resultando la pareja ganadora para el concurso en verano de 1940. Suponía una auténtica bomba. ¡Poder fabricar por fin billetes para el Banco de España durante un largo periodo de tiempo! El contrato quedó formalizado en noviembre de 1940 y tendría una duración de 20 años. Como no estaba preparado, Fierro mandó un primer contrato a Rieusset, en cuyo accionariado había entrado astutamente meses antes, y otro a Gráficas Reunidas, quizá por otras amistades.

Mientras tanto, Fierro constituyó Goya Grabados, la empresa que iba a ser la suministradora de billetes del Banco de España, aunque en octubre ya había firmado el primer contrato con la FNMT, que no tenía exclusividad todavía en el negocio. Fierro mandó comprar las mejores máquinas y materiales y notificó la constitución de la empresa al Banco de España a finales de enero de 1941.

En junio de ese año, Joaquín Benjumea, que había sustituido a Larraz, amigo de Fierro, promulgó un decreto otorgando preferencia de fabricación de billetes a la FNMT. Goya Grabados estaba herida de muerte. En agosto, otro decreto prohibía poseer máquinas calcográficas de un tamaño mínimo o la fabricación de papel con marca de agua que no fuera para la FNMT. Tocado y hundido. A modo de resumen, en 1945, Goya Grabados vendió todos sus bienes (máquinas y solar) a la FNMT, que continuó sus labores empleando algunas de esas máquinas y, sobre todo, aprovechando el solar y los planos, sede actual de la FNMT.

Hablemos ahora de los Fournier. El bisabuelo Fournier, Pierre Simon, fue el estandarizador del tamaño de los tipos móviles, llamándolo pica y estando constituida por 12 puntos. El abuelo François se mudó de Limoges a Burgos pocos años antes de la Revolución Francesa. Su hijo Lázaro tuvo cuatro descendientes: Braulio, Julián, Gervasio y Heraclio. El más conocido sin duda será Heraclio, por el negocio de naipes. No obstante, la empresa inicial la gestionaban los cuatro hermanos: Braulio y Julián eran los estampadores y Gervasio y Heraclio los grabadores.

Hablemos ahora de Gervasio. Él y su hermano Julián se marcharon a vivir a Valladolid, aprovechando la llegada del ferrocarril a la ciudad castellana en 1864. Heraclio se iría en 1868 a Vitoria, donde se convirtió en el mayor fabricante de naipes de España. Gervasio ganó fama temprana por sus grabados, siendo reconocido como el mejor litógrafo de Valladolid. De hecho, Gervasio Fournier diseñó, grabó e imprimió las obligaciones de la Sociedad de Crédito Castellano de 1864. Bastantes años más adelante llegó a ser catedrático en la Facultad de Filosofía y Letras en la universidad pucelana. Varios de sus libros fueron impresos por la Litografía de Julián Palacios.

¿Y quién era este Julián Palacios? Resumiremos las cosas. Era uno de los tres componentes que constituyeron Gráficas Reunidas en Madrid, empresa dedicada a la impresión de diversos tipos de documentos financieros (entre otros) y que siempre guardó buena relación con los bancos (sobre todo por la presencia de Raoul Peánt). Como hemos visto antes, la asociación Fierro/Fournier entregó un pedido a Gráficas Reunidas para fabricar su billete de 1 peseta de 1940. Bueno, en realidad este Julián Palacios era el hijo del fundador de la imprenta del mismo nombre, pero sería conocido también por otro motivo: con apenas 19 años fue uno de los cofundadores, primer capitán, primer delantero centro y primer presidente del Real Madrid.

Bibliografía:

Enciclopedia de la Notafilia y Escripofilia Española, Volumen 3, Tomo I

Los Fournier, Goya Grabados, Crédito Castellano y el Real Madrid

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