Una foto de Alfonso de 1927 sobre las falsificaciones de billetes

Una foto de Alfonso de 1927 sobre las falsificaciones de billetes Jose Antonio Castellanos 30 de junio de 2022
Una foto de Alfonso de 1927 sobre las falsificaciones de billetes
Tiempo de lectura: 4 minutos

Soy un firme defensor del interés que tienen las falsificaciones de billetes como objeto coleccionable y de estudio histórico. Aquí tenemos un ejemplo de lo que podemos “hacer con ellas”.

Recientemente me crucé en uno de esos grupos maravillosos de Facebook dedicados a “Madrid en blanco y negro” con una fotografía sobre la que preguntaban información porque no encontraban nada por la web. Se trataba de un grupo ingente de personas haciendo cola en el Banco de España en Madrid y se fechaba la foto en 1927, siendo su autor Alfonso (Sánchez García). La pista era el tema de las falsificaciones de billetes y el escándalo que se produjo. La fotografía la podéis ver a continuación. Y mi contestación, después.

Canje de billetes en el Banco de España (foto Alfonso)
Antecedentes

La falsificación de billetes españoles durante el siglo XIX fue algo demasiado habitual. Las emisiones de 1899 y 1900 fueron falsificadas sin piedad y en el caso de las 50 pesetas de 1905 dedicadas a Echegaray por su Premio Nobel, el banco encontró falsificaciones apenas una o dos semanas después de su puesta en circulación. Un escándalo. Esto, unido a las falsificaciones de las 100 pesetas de 1903 y la dimisión del jefe del taller de confección de billetes del Banco de España, llevó al Consejo del Banco a contactar con Raoul Peant, a la sazón representante de la casa de impresión inglesa Bradbury & Wilkinson, quienes acabaron por aceptar el encargo de fabricar nuevos billetes.

La emisión de 1906

Esos billetes, fechados en junio de 1906, con denominaciones de 100 pesetas, se complementaron con otros de 25 y 50 de septiembre de ese año. La puesta en circulación y las fechas de emisión son cosas que llaman la atención para los que desconocen que no tienen que ver. Por ejemplo, las 1000 pesetas de mayo de 1907 se pusieron en circulación en 1925.

Pues bien, los billetes de 100 pesetas se pusieron en circulación en noviembre de 1906 (los de 25 y 50 tardarían un poco más, unos cuatro meses los primeros y un año más tarde aún los segundos). El caso es que fueron un éxito. Las falsificaciones que tan rápido se producían anteriormente parecieron desaparecer. Tanto fue así que esta emisión se mantuvo en circulación casi dos décadas, mientras que las anteriores fenecían en cuestión de uno o dos años. Eso no quiere decir que no se falsificaran, pero proporcionalmente a lo que pasaba con anterioridad, no era tan escandaloso.

Falsificación de un billete de 100 pesetas de 1906 serie D
Las falsificaciones de 100 pesetas de 1906

El caso es que por supuesto que se falsificaban los billetes de 100 pesetas de 1906, pero se detectaban por diversos medios. El más obvio era lo tosco de los malos grabados y la falta de coherencia en los colores del fondo. Para ello el Banco pensó en ir modificando cosas. Por ejemplo, los colores de los fondos en los primeros pedidos eran más rosáceos, mientras que hacia el final de la fabricación eran azul intenso. Se emitieron billetes sin letra de serie, y con letras A, B, C y D.

Las falsificaciones fueron más o menos llevaderas hasta que se detectó una de la serie D que provocó el escándalo. Esa falsificación podía distinguirse fácilmente para ojos modernos porque los amarillos pálidos de los fondos eran de color pardo, más allá de la imperfección de los grabados, las firmas no estampilladas y otras miles de trampas. Por ejemplo, los falsificadores se basaron en un modelo ligeramente anterior y el Banco había pedido que se incrementaran los tamaños de los billetes ligeramente en cada pedido. De tal manera la falta de coherencia dimensional fue la primera y más fácil de las medidas de seguridad.

El escándalo de 1927

Y llegamos ahora a 1927. A mediados del año se procedió a la detención de varios implicados en falsificaciones de estos billetes en Murcia, Madrid, Alicante y alrededores. Había desde hojalateros (necesarios para cubrir los ruidos) hasta banqueros y concejales (¡algunas cosas nunca cambian!). En total se detuvo a 24 personas, de las que la prensa cita sus nombres y apellidos. Además de billetes, falsificaban títulos de deuda, timbres e incluso recibos del Banco (realmente sencillos de diseño). En la prensa se relatan con detalle los materiales incautados (prensas, berbiquíes, tubos, planchas de cristal, troqueles, útiles de fotografía, etc.).

En una nota de prensa, de hecho, se mencionaba el hecho de que en las placas de cristal se veía claramente el diseño de las 100 pesetas de 1906 serie D. Curiosamente no conocemos ejemplares falsos de la serie D de 100 pesetas. Supongo que el Banco destruiría todas, pues entró en cólera y decidió su sustitución.

No fue el único problema

Para más morbo, en febrero de 1927 acababan de entrar en circulación las 100 pesetas de julio de 1907, la emisión de reserva encargada a la Bradbury & Wilkinson. Y apenas entrada en circulación saltó el escándalo (levantado por ABC) porque una cantidad significativa había sido puesta en circulación sin la pertinente firma estampillada del cajero que otorgaba la validez legal como medio de pago a los billetes. Eso y el escándalo de las 100 pesetas de 1906 serie D colmó la paciencia del Consejo del Banco. ¡A la porra!

Y como el Banco era previsor, ya tenía otra emisión más de reserva, que se puso en circulación en julio de 1927, la famosa emisión de 100 pesetas de 1925 con la efigie de Felipe II, que perduraría durante la Segunda República y la Guerra Civil Española, siendo uno de los billetes más icónicos (y baratos) de la notafilia española, por haber sobrevivido a tres periodos tan trascendentes de la historia reciente.

La foto de Alfonso

Así que esas colas que veis son simplemente las que se produjeron en el Banco de España en Madrid para el canje de las emisiones antiguas por los billetes de Felipe II. Otras similares se formarían en las sucursales de provincias. Pero, curiosamente, el canje no quitó validez a los billetes de 1906 y 1907, que siguieron circulando como si nada. De hecho, en 1931, con la Segunda República, se procedió al estampillado en seco de los billetes como medida publicitaria y en la imagen de ABC del primer día del estampillado (10 de agosto de 1931 si no me falla la memoria) aparece precisamente una señorita sujetando billetes de 100 pesetas de junio de 1906.

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