- 7 de junio de 2024
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El empréstito Pau Claris
A menudo se ven papeles en subastas de billetes que no son billetes, pero que comúnmente son coleccionados por parecerse a esos documentos. O por aparecer en un catálogo, como si eso fuera ya motivo de veneración. Este sería el caso de los documentos relacionados con el llamado “Empréstito Pau Claris”, que, sin entrar en demasiada disquisición, son precisamente bonos o recibos de un empréstito, sin poder liberatorio alguno. Y es que el origen de estos bonos en nada tiene que ver con la emisión de una entidad bancaria o de un organismo gubernamental.
El complot de Prats-de-Molló
A principios de 1925, Francesc Macià, líder de la formación política independentista Estat Català decidió emitir este “Empréstito Pau Claris” con la intención de financiar la operación militar de Prats de Molló (en relación a la población francesa de Prats-de-Mollo-la-Preste). Este suceso, conocido también como el complot de Prats de Molló, tenía como intención invadir militarmente Cataluña y declarar la República Catalana. El plan consistía en la entrada de dos columnas, una desde Saint-Laurent-de-Cerdans y la otra desde el col de Ares, y en un acto de propaganda sin mucho sustento militar, proclamar la República Catalana mediante una emisora portátil. Luego tenían previsto continuar hasta la sierra de las Guillerías donde instalarían el campamento base para continuar la pretendida invasión.
Los escamots
Con ese objetivo en mente, el Estat Català ya había fundado en 1922 los “escamots”, una organización paramilitar cuya iconografía se copia de los camisas pardas nazis y su organización del fascismo italiano. Se viene traduciendo “escamot” como “pelotón” o “guerrilla”. No parece extraño el uso de esta palabra, cuyo verbo de origen es el francés “escamoter” y que luego pasó al castellano como “escamotear” y cuyo significado es “hacer desaparecer algo o quitarlo del medio”. El mensaje estaba claro y la violencia estaba servida.
Recaudando dinero
Para toda esta operación Macià buscó el apoyo de los partidos independentistas catalanes, los nacionalistas vascos y los gallegos. En lo económico, el “Empréstito Pau Claris” se emitió oficialmente el 1 de agosto de 1925 por un total de 8.750.000 pesetas, con el objeto de soportar la economía de la guerra prevista. El dinero vendría a través de empresarios catalanes establecidos en América y simpatizantes en Cataluña. Macià también buscó el apoyo de la Unión Soviética, pero pronto aprendió que no eran de fiar. Las cifras que enviaron los corresponsales en América fueron las siguientes: 36.889’95 francos de México, 228.113,90 francos de La Habana, 37.062 francos de Chile, 154.175 francos de Buenos Aires, 172.524,50 francos de Santiago de Cuba y 163.524 francos; en total 920.360,85 francos franceses, equivalentes a unos 3’5 millones de pesetas.
La invasión frustrada
Después de un atentado fallido contra los reyes de España en junio de 1925 organizado por Estat Català y Acció Catalana y el fracaso del golpe de Estado de Segundo García, conocido como la Sanjuanada, la operación de Prats de Molló empezaría en octubre de 1926, una vez se reunió el dinero suficiente para comprar un arsenal y equipar el pequeño ejército con el que se pretendía realizar la invasión.
Sin embargo, debido al papel como doble agente del nieto del famoso Garibaldi, Giuseppe, que se había convertido en hombre de confianza de Macià, la operación fue abortada por la gendarmería francesa el 4 de noviembre de 1926. El Ministerio del Interior francés llevaba más de un año vigilando a Macià porque sabían que estaba preparando un complot contra el gobierno español. Garibaldi, por su parte, se había presentado en Prats de Molló con un centenar de anarquistas, pero era un agente secreto de Mussolini, a quien informó de los planes de Macià.
Miguel Primo de Rivera, dictador de España en esos momentos, era aliado del Duce, y se enteró del plan. Al final, las detenciones se elevaron a más de cien personas antes de la pretendida invasión y a un total de 220 personas en enero de 1927, incluyendo cómplices en Barcelona. Macià, Garibaldi y diecisiete personas más fueron juzgados en Francia y condenados a apenas dos meses de cárcel y expulsión del territorio francés.
Características de los bonos del empréstito Pau Claris
Los bonos del “Empréstito Pau Claris” se emitieron por valores de 25, 100, 500 y 1.000 pesetas, impresos en color azul, verde, naranja y morado, respectivamente. Están fechados el 23 de abril de 1925 y firmados por Macià. Su diseño se debe a Miquel Soldevila, pintor, dibujante y esmaltador catalán, y que llegó a ser director de la Escuela Massana de Barcelona durante la dictadura.
El anverso muestra una mujer sentada al pie de un árbol con dos niños pequeños, uno dormido en su regazo y el otro besando a su padre, que porta una vara, quizá una lanza simbolizando, probablemente, que es un guerrero. Pretende ser una emotiva escena de despedida ante una guerra. Toda la parte inferior del documento está adornada por multitud de frutas, como alegoría de la abundancia. El reverso cuenta con un fondo floral y unas leyendas alusivas al valor y motivos de la emisión del empréstito. No conocemos la imprenta que realizó estos documentos.
Pau Claris
En cuanto al nombre empleado para el empréstito, se refiere a Pau Claris Casademunt (1586-1641), presidente de la Generalidad de Cataluña de 1638 a 1641, y bajo cuyo mandato se produjo la sublevación de Cataluña de 1640, enmarcada en la Guerra franco-española (1635-1659). Esta insurrección tiene su origen en la Unión de Armas, un mandato por el que todos los territorios de la Monarquía Hispánica debían contribuir con hombres y dinero en proporción a su población y su riqueza al esfuerzo de la guerra contra los franceses.
La Generalidad, con Pau Claris a la cabeza, se puso del lado de Francia y dejó paso a su ejército. Vencidos los franceses en Tarragona, éstos se replegaron y Pau Claris pidió al rey de Francia poner a Cataluña bajo su protección cambiando su gobierno a una República, a imitación de la de Génova, como ya habían acordado unos días antes con el Cardenal Richelieu. La Junta de Brazos, una institución convocada de manera extraordinaria de la que formaban parte todos los representantes de las Cortes catalanes que residieran en Barcelona, sin la presencia del rey, aceptaron la propuesta, pero en ningún momento realizaron ninguna proclamación oficial ni explícita. De tal manera, se considera muy probable que este movimiento fuera meramente una medida de presión contra el gobierno del conde-duque de Olivares.
Coleccionismo de los bonos
De tal modo, entendemos que estos documentos encajan muy bien en aquellos coleccionistas de deuda pública española, no de los que enfocan su esfuerzo en los billetes bancarios. También serían documentos de interés para los que coleccionan documentos de cualquier tipo relacionados con la historia de Cataluña. Huelga decir que su precio de mercado es muy inferior al que algunos oportunistas pretenden marcar.
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