Se cumplen 75 años de la muerte de Mariano Benlliure

Se cumplen 75 años de la muerte de Mariano Benlliure Jose Antonio Castellanos 9 de noviembre de 2022
Se cumplen 75 años de la muerte de Mariano Benlliure
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El 9 de noviembre de 1947 fallecía en Madrid a los 85 años el grandísimo escultor Mariano Benlliure.

 

Una época

La vida de Mariano Benlliure transcurre desde los postreros años del reinado de Isabel II hasta la Dictadura Franquista y todo lo que pasó entre tanto. Demos algunas pinceladas de la época.

Musicalmente hablando su mundo se movió por el nacionalismo musical, caracterizado por el uso de temas provenientes del folclore. En España los conciertos serían de Álbeniz o Granados (de su quinta) o de los más jóvenes Falla, Turina o Rodrigo, así como piezas de Debussy, Ravel o Stravinski. El género de la zarzuela disfrutaba de mucha popularidad con obras como La Gran Vía, Agua, Azucarillos y Aguardiente, La Alegría del a Huerta o el bateo, de Federico Chueca, y más tarde, Doña Francisquita, de Amadeo Vives, o La del Manojo de Rosas, de Pablo Sorozábal, por citar algunas de las más conocidas.

Los españoles que sabían leer seguían disfrutando de Bécquer y Jacinto Verdaguer y tendrían en sus estanterías las obras de Galdós o Clarín. Algunos también empezarían con las aventuras de “La isla del tesoro”, de Stevenson o las de Sherlock Holmes, de Arthur Conan Doyle. Mariano Benlliure vivió en una prolífica época literaria, siendo coetáneo de los autores de la generación del 98 y del 27 y algunos más: Valle-Inclán, Azorín, Ramiro de Maeztu, Unamuno, los Machado, Lorca, Cernuda, Benavente, Blasco Ibáñez, Rubén Darío, Baroja…

Las revistas más conocidas de la época fueron “La Ilustración Española y Americana”, “Blanco y Negro”; “Nuevo Mundo” y “La Época”.

Benlliure también fue contemporáneo de los pintores Santiago Rusiñol, Joaquín Zuloaga y Julio Romero de Torres (a los que encontramos billetes dedicados), Ricardo Madrazo o José Villegas (director del Prado y diseñador de billetes). Pero también es época de todos los artistas “de vanguardia”, como Matisse, Munch, Picasso o Mondrian.

En la política, Benlliure no quiso inmiscuirse, aunque se le ofreció ser diputado por Valencia. No obstante, sí que llegó a ser senador vitalicio, en 1910.

Mariano Benlliure
Semblanza personal

De nuevo hablamos de otro valenciano ilustre. Mariano nació en el seno de una familia con tradición artística. Su padre Juan Antonio ejecutaba pintura ornamental en viviendas. Sus hermanos mayores Juan Antonio y José fueron renombrados pintores, mientras que el tercero, Blas, siguió la tradición del padre. Pero Mariano, a pesar de empezar con cinco años en un taller de pintura, enseguida comenzó a tallar esculturas. Y con apenas diez años ya se presentaba a concursos. Todo un genio. Su primera obra escultórica importante la cobró en 1878 con apenas 15 años.

Tras unos años viviendo en París y Roma, en 1887 se estableció en Madrid, donde obtuvo la primera medalla en la Exposición Nacional. A partir de ahí, el talento de Benlliure explota y gana casi todas las convocatorias. Si Juan de Villanueva y Ventura Rodríguez fueron los artífices del Madrid del siglo XVIII, Benlliure se convierte en el modelador por excelencia de toda España desde la Restauración Borbónica. Sus obras, de una calidad exquisita, se encuentran por todas partes: Madrid, Sevilla, Cabra, Valencia, Bilbao, Zaragoza, Palma, Jerez, Córdoba, Málaga, Valladolid, Granada, Segovia, Alicante, Cuenca, Salamanca, Cartagena, Santiago de Compostela, Crevillente, Reus… y hasta en Lima (Perú) y Buenos Aires (Argentina).

Monumento a Alfonso XII en El Retiro, Madrid
Grandes obras y galardones

Es una pena que no exista el Nobel de la escultura, pues sin duda Benlliure habría sido digno merecedor de tal honor. Ganó, no obstante, numerosos premios y medallas. Suyos fueron galardones en las Exposiciones Nacionales de 1887 y 1895, la Exposición Universal de París de 1900, el Gran Premio de Escultura de Buenos Aires en 1910, la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes de Madrid en 1924… Además, ocupó cargos en asociaciones, academias y museos y fue condecorado en Francia, Italia y España. Llegó a detentar todos los cargos de relevancia cultural en la Administración española de la época, salvo de la dirección del Museo del Prado.

Es difícil destacar o tener preferencia por alguna de sus obras, pues todas son magníficas. Posiblemente las más conocidas son la estatua de Álvaro de Bazán, en la Plaza de la Villa de Madrid; las del teniente Ruiz, Arsenio Martínez Campos, Emilio Castelar, Alfonso XII o el grupo escultórico sobre el edificio Metrópolis, también en Madrid; Agustina de Aragón, en Zaragoza; el Duque de Rivas, en Córdoba; o la del Marqués de Larios, en Málaga, por citar apenas unas pocas. Las estatuillas de los premios Goya de cine están basadas en sus moldes originales.

500 pesetas 1951 anverso
500 pesetas 1951 reverso
Trabajos de numismática y relacionados con la notafilia

Podríamos afirmar que sin ninguna duda los trabajos más famosos (o más populares) de Mariano Benlliure son los que tienen que ver con la numismática y notafilia española.

Por un lado, suyo es el busto de Franco de la rarísima peseta de 1946 (estrella 19-48) y que serviría de base para la de 1947, con alguna leve modificación. Así que se puede afirmar que casi toda España tuvo en un momento dado una obra de arte de Mariano Benlliure en sus manos.

Pero también sus obras se recogieron en los billetes españoles.

Por una parte, el billete de 100 pesetas de 1946, que muestra un busto de Goya, está basado en la escultura del pintor aragonés que se sitúa junto al Museo del Prado. La fuerza expresiva de la imagen es muy característica del escultor valenciano.

Las 5 pesetas de 1945 representan el monumento que preparó Mariano Benlliure para el IV centenario del descubrimiento de América, con Isabel la Católica y Colón.

El reverso de las 500 pesetas de 1951 muestra otra obra magnífica del escultor valenciano, la ejecutada para la tumba del tenor Gayarre. El propio Benlliure se lamentaba de que su obra iba a quedar olvidada en un rincón tan poco concurrido como el cementerio de la pequeña población navarra de Roncal.

El anverso del billete de 500 pesetas de 1951 fue dedicado al escultor, con una imagen de un divertido Benlliure. Es uno de los billetes más espectaculares de nuestra notafilia, por lo extremadamente recargado de tinta y los detalles y matices que tiene. De hecho, no conozco falsificaciones de este billete y es probable que su enorme calidad artística y su opulencia de tinta tenga mucho que ver con ello.

Bibliografía